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Los empresarios y las pymes están preocupados por el potencial de auge de las SMI y algunos sectores, como el de la construcción, aún no saben cómo implementarán las reformas empresariales. Además, ahora hay un problema adicional: no hay relevo generacional en sus modelos.
La industria cuenta con solo el 60% de la mano de obra necesaria para atender la demanda y además requiere de trabajos especializados como fontaneros, soladores y yeseros. No solo eso, cada vez más existe una especialización hacia herramientas más específicas y nuevas tecnologías.
En España hay escasez de personas cualificadas, tanto por formación como experiencia para trabajar como albañiles, fontaneros, electricistas, maquinistas, etc. y que tengan el incentivo necesario para trabajar en la obra. Todo esto está sucediendo en un país que tiene la tasa de desempleo más alta de la OCDE y ocupa el segundo lugar detrás del desempleo juvenil con casi un 30 %, solo por detrás de Grecia.
Con una perspectiva de crecimiento muy positiva para este año, se estima que la industria de la construcción necesita aproximadamente 700.000 trabajadores para satisfacer la demanda.
Hay estudios que al final garantizan el empleo, pero no tienen éxito con los jóvenes. Quienes completan la formación básica en construcción y obras públicas tienen una tasa de inclusión inmediata del 70%, según la Organización de Trabajadores de la Construcción. Sin embargo, solo «unos 600 alumnos» se han matriculado en este curso de formación profesional básica, lo que lo hace accesible a una industria que necesita 700.000 trabajadores de la construcción.
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